Alessio, hijo del mítico portero del Villarreal, defiende la portería del Infantil B del Submarino
De tal palo tal astilla. Mariano y Alessio: padre e hijo con una misma pasión. El mítico guardameta groguet defendió la portería del Villarreal en dos etapas y siete temporadas y ahora su hijo hace lo propio en la Cantera Grogueta.
El arquero argentino llegó a Vila-real con tan solo 21 años para jugar en un equipo que disputaba la Liga de Campeones, lo que le permitió enfrentarse a grandes de Europa como el Manchester United o el Arsenal. Ahora, en su tercera etapa en el club, es uno de los entrenadores de porteros del Villarreal B, mientras que su hijo compite en el Infantil B.
“Ha evolucionado mucho como portero durante estos años. Él empezó en el Villarreal tras mi vuelta al club y a jugar de manera más seria. El trabajo que hicieron con él en la Cantera Grogueta ayudándole y dándole tips para ir mejorando se ha notado y ha evolucionado con creces. Está haciendo las cosas bastante bien”, comenta Barbosa sobre su hijo.
Según cuenta el exfutbolista, Alessio “es un portero alto, con buenos reflejos y seguridad de manos y decidido en salir a balones aéreos, con buena comunicación con sus compañeros y voz de mando y también en el juego con los pies, que hoy es tan importante en el fútbol moderno,tvodo esto obviamente con su trabajo de día a día por buscar seguir mejorando cada vez más”.
Alessio ha dado el paso recientemente al fútbol 11, uno de los cambios más duros para todo jugador de fútbol base, pero, en concreto, para los porteros. Su gran envergadura puede reducir la dificultad de este salto, aunque su padre cree que hay otros aspectos más importantes: “Lo que más se nota es la colocación, por eso hay que trabajarlos desde chicos para que se sepan colocar bien y puedan reducir un poquito la portería, ya que a esas edades parece todo inalcanzable”.
Desde bien pequeño, Alessio tuvo curiosidad por estar bajo palos, pero solo con la intención de disfrutar. No fue hasta su llegada a Vila-real cuando empezó a tomar más en serio el deporte rey. “Cuando volvimos al club, él ya tenía sus guantes y todo, pero solo para jugar conmigo pasando el rato, pero cuando me pidió apuntarse a jugar, ya llevó los guantes el primer día por si acaso y desde ahí arrancó. No tenía interiorizados los conceptos del juego, pero el trabajo de los entrenadores le ha ayudado muchísimo”, relata el semifinalista de la Champions League.
A pesar de haber sido uno de los porteros que quedarán para el recuerdo de los aficionados groguets de por vida, Mariano Barbosa prefiere no inmiscuirse en el trabajo de los técnicos del Infantil B: “Cuando puedo venir, intento filmarle, pero no opino sobre el partido. No quiero opinar de más porque es difícil que tu padre te diga una crítica y tomarla bien y más habiendo sido jugador. Si él quiere hablar sobre el partido, lo comentamos y le doy mi punto de vista y comentamos si podríamos haber tomado otra decisión o si fue una buena respuesta por su parte, pero ese trabajo es más de los entrenadores”.
“Siempre quise volver al Villarreal”
La familia de Mariano Barbosa ya está totalmente asentada en el municipio y el exportero no es el único que acompaña a Alessio a sus partidos. “Cuando yo viajo con el filial, viene mi suegro. Tenemos la suerte de haber terminado en el club en el que quería estar, ya que siempre quise volver, y de que mis suegros vivan aquí porque mi mujer es de Vila-real y mi suegro me informa sobre sus partidos”.
Ahora, Barbosa forma a los futuros muros del Estadio de la Cerámica, como son Iker Álvarez y Filip Jorgensen: “Están avanzando a pasos agigantados. Entrenar con el primer equipo te lleva a la exigencia máxima y a dar cada día el 100%. Han evolucionado mucho a pesar de ser porteros muy jóvenes. El paso a la Primera RFEF también les ha hecho crecer porque es una categoría difícil. Ojalá sigan estando ahí”, explica Barbosa sobre sus arqueros.
El Villarreal es una parte importante de la vida de la familia Barbosa y Mariano siempre formará parte de una gloriosa parte de la historia del club. Quién sabe si Alessio hará lo propio en el Submarino.