Fiesta del Centenario
Fiesta del Centenario

Vibrante, bonita, emotiva, histórica…  casi 20.000 aficionados disfrutaron por todo lo alto de la fiesta del centenario del Villarreal CF en un Estadio de la Cerámica abarrotado y entregado que rememoró todas las épocas del club y la ciudad, en una celebración que contó con la participación de siete asociaciones, siete bandas de música de la provincia y siete artistas individualeslo que supuso una puesta en escena en total de 600 personas. Un espectáculo inédito que quedará en el recuerdo de todos los groguets para siempre. ¡Impresionante!

La ‘Festa del Centenari’ del 10 de marzo significó una representación artística de los 100 años de historia del club y la ciudad, con guiños socio-culturales a través de distintos componentes teatrales, musicales y audiovisuales. El acto comenzó mostrando las raíces, el contexto social de los años 20’ del siglo pasado –momento de la fundación del CD Villarreal-, con un homenaje a un icono de Vila-real como Francisco Tàrrega con dos músicos locales (chelista Alfonso Rochera y guitarrista Sara Mezquita), que formarán parte del espectáculo que también organizará el club en este centenario a finales del 2023 en honor a Tàrrega. Le prosiguió el ‘Ball de l’Anguila’ como tradición de ocio de la época a través de la Associació Cultural El Trull, dolçainers i tabaleters y el Grup de Danses El Raval, acompañados además por la colla gegantera de Vila-real: Pasqualet, Marigracieta, Jaumet i Pinella.

La reconocida compañía de teatro de Vila-real, Xarxa Teatre, acompañó en la organización y formó parte de las distintas actuaciones que se fueron desarrollando sobre el terreno de juego. Una vez representado el entorno, comenzó la parte histórica de la entidad, con la biografía del fundador y personaje importante del CD VillarrealJosé Calduch. Farmacéutico, visionario y apasionado por el deporte, Calduch traería el fútbol a su ciudad -equipación blanca, pantalón negro-, generando una gran afición para los jóvenes de la época. Tras el receso obligado por la guerra, llegó la refundación bajo el nombre de Club Atlético Foghetecaz: en los 40’, unas extrañas siglas que correspondían a las iniciales de sus fundadores (los dos puntos simbolizaban un ‘etcétera) y que luego recuperarían el nombre de la ciudad bajo el CAF Villarreal. Esa década acabaría con el cambio de color del blanco al amarillo en la equipación, que se convertiría en la marca diferenciadora para siempre del club. El nombre definitivo de la entidad, el Villarreal Club de Fútbol, se adoptaría en 1954.

La llegada de Pascual Font de Mora marcó un punto de inflexión en el club. Jugador, directivo y presidente, se le considera el gran salvador de la época al profesionalizar la entidad, convirtiéndola en sociedad anónima deportiva. Con Font de Mora llegó el primer gran hito del club: el ascenso a la Segunda División tras una final disputada ante el Bilbao Athletic en el Santiago Bernabéu en 1970. En aquel entonces, una canción se convirtió en el grito de guerra y emblema de los aficionados. El Submarino Amarillo de Los Mustang -versionada de Los Beatles- cambiaría la historia del club con una nueva identidad. El cantante, Santi Carulla, que ya actuó en el entonces Madrigal tras aquel logro, regreso a La Cerámica para poder interpretarla en la fiesta del centenario. Los aficionados volvieron a entonar en directo el ‘hit’ y el submarino amarillo hinchable de las grandes gestas modernas, acompañado por una marea amarilla de aficionados y de la mascota Groguet, volvió a relucir en el terreno de juego.

José Manuel Llaneza sería, sin duda, un directivo determinante en la era moderna del club. El de Puçol llegó al Villarreal en 1994 y ocupó distintos cargos ejecutivos, siendo uno de los grandes artífices del crecimiento institucional. Llaneza fue la pieza clave en la transición del traspaso de poderes para la llegada de Fernando Roig en 1997, lo que sería el punto de inflexión definitivo para que el proyecto se afianzara en la máxima categoría del fútbol español y se convirtiera en un modelo de gestión exitoso, mirando al futuro con la construcción de la Ciudad Deportiva y la apuesta firme y clara por la cantera. Roig consiguió lo que nadie imaginaba: el ascenso a Primera en su primer año. Y entonces la ciudad lo celebró por las calles, en la plaza. Alegría infinita. Entonces nació el himno oficial del club, al que Toni Pitarch dio letra y la Coral Sant Jaume, dirigida por Alfredo Sanz, la músicaAcompañados por los Violincheli Brothers (Alejandro y Pablo Turlo), interpretaron el himno delante de la gente. Y el público se dejó la garganta, como antes de cada partido.

Con Roig al mando y Llaneza como mano derecha, el Villarreal rápidamente se consolidó en la élite, se convirtió en el mejor equipo debutante en la Liga de Campeones al alcanzar las semifinales en 2006 y logró el subcampeonato de liga en 2008. El club crecía y el ambiente era especial. Una relación muy cercana jugadores y afición que se palpaba en el ambiente. Una complicidad que se potenció cuando la canción del vestuario, Violeta, del cantante argentino Alcides, se transformó rápidamente en la canción representativa de todos los groguets. Del vestuario a los hogares, a las fiestas, a los ‘ringtones’ del móvil. Alcides, que viajó especialmente desde Argentina, fue uno de los protagonistas de la fiesta y los aficionados vibraron en La Cerámica.

El crecimiento del club fue bestial. Repitió participación en Liga de Campeones en dos oportunidades -alcanzando los cuartos en una de ellas- y semifinales de la Europa League. Sin embargo, en pleno apogeo y evolución, cuando todo iba hacia arriba, ocurrió lo inesperado: el descenso repentino a Segunda División. Un golpe tremendo que, lejos de hundir al club, lo fortaleció. En ese momento de tristeza y desolación, al día siguiente de consumarse la tragedia, el presidente transmitió con seguridad y firmeza un mensaje: ‘Tornarem’. Ese mensaje que se transformó en canción. Esa canción de Lax’n’Busto, que el cantante Salva Racero entonó en directo y emocionó a todos los presentes.  

El regreso a la máxima categoría fue inmediato. El consejero delegado, Fernando Roig Negueroles, lideró el ascenso reestructurando el club, reduciendo gastos e impulsando el proyecto deportivo. Desde entonces, el Villarreal se volvió a consolidar en la élite a nivel deportivo y también en lo social: en la actualidad hay lista de espera para conseguir un abono de un estadio que se ha transformado definitivamente para convertirse en uno de los mejores campos de España. El club se volcó también con su entorno a través de distintos fines sociales con su marca corporativa Endavant. El mayor logro deportivo del club se consumó con el primer título: la UEFA Europa League conseguida en Gdansk nada menos que ante el Manchester United. Fue el momento en el que la fiesta subió la temperatura y los capitanes del equipo actuales Raúl Albiol, Manu Trigueros, Gerard Moreno, Dani Parejo y Pau Torres, junto con el presidente Fernando Roig, relucieron el trofeo ante los aficionados y rememoraron aquel día, en casa, ante toda la gente, en el evento más importante de la historia celebrado en el estadio. Balones hinchables amarillos por las gradas y pirotecnia. Fiesta total.

La noche tuvo como colofón de cierre al himno del centenario compuesto por el reconocido y prestigioso Nacho Cano, acompañado de las voces de Amanda Digon y Dani Rosado, y con la música de siete bandas de música de la provincia. Impresionante. Emocionante. El Villarreal cumple Un año más. Y entonces apareció Kuve en el escenario para cantar el clásico de Mecano junto a Nacho Cano. Porque el Villarreal sigue creciendo. Y, como era su cumpleaños, y no podía ser de otra manera, había que cantarlo. Y así todos los aficionados cerraron la fiesta cantando el cumpleaños feliz. ¡Felicidades, groguets!