El centro de educación especial y el conjunto groguet comparten una jornada de diversión gracias a Endavant Igualtat
La Panderola y el Villarreal Sub-18 comparten momentos inolvidables durante esta temporada 22/23. El Juvenil groguet y el centro de educación especial van de la mano en el proyecto Endavant Igualtat, por el cual conviven los equipos de la Cantera Grogueta con distintas asociaciones y fundaciones de la provincia, durante la presente campaña.
Normalmente, los usuarios de La Panderola ejercen de anfitriones, pero en el último encuentro entre ambos colectivos, fueron los amarillos quienes recibieron a sus invitados en la sala de juegos de la residencia de la Ciudad Deportiva José Manuel Llaneza. “Nuestros alumnos preparan las actividades en muchas ocasiones, pero esta vez han sido los integrantes del Villarreal quienes han preparado estas actividades lúdicas”, destaca Paz Esteban, maestra de audición y lenguaje de La Panderola.
El entrenador del Juvenil Sub-18, Mario Bárcena, explica la última actividad de su equipo en esta iniciativa del Villarreal: “Hemos preparado seis juegos como parchís, bingo, bolos o futbolín y hemos hecho grupos de cuerpo técnico, jugadores y alumnos y hemos pasado una hora increíble con ellos”. Así lo vivió también Rodri Rocafort, uno de los porteros del conjunto groguet: “Hemos estado haciendo actividades lúdicas con los alumnos de La Panderola. Ha sido una pasada, nos hemos divertido un montón y vemos que han disfrutado estos niños que te hacen feliz con tan poco”.
Un proyecto enriquecedor
El proyecto Endavant lleva nueve temporadas siendo uno de los pilares de la idiosincrasia del Villarreal y eso lo perciben tanto los jugadores del fútbol base amarillo como las entidades colaboradoras, en este caso, La Panderola. “Consideramos que es un proyecto muy enriquecedor que resulta muy motivante al alumnado porque a la mayoría les encanta el fútbol y más en concreto el Villarreal, por lo que están súper satisfechos y lo hacen con mucho gusto”, explica la representante del centro.
Y es que la rama Endavant Igualtat “es una de esas tantas cosas que tiene el club que genera sentido de pertenencia”, afirma Bárcena, que añade que “muchos chicos y yo mismo somos de fuera y nos ayuda a acercarnos a otras realidades y otras situaciones de la vida, a Vila-real y a sentir, pensar y conocer cómo funciona todo tanto en el club como en la ciudad y a los chicos les ayuda a salir de esa burbuja en la que viven en el día a día de residencia, instituto, fútbol y descanso”. Asimismo, el cancerbero del Juvenil del Submarino confiesa que “Ves que estás ayudando a los demás, ves lo agradecidos que son y eso te llena un montón”.
Las asociaciones que colaboran con el club y sus usuarios disfrutan de estas sinergias, pero tal y como decía José Manuel Llaneza, el mayor beneficiado es el Submarino. Así lo ve también el técnico cántabro: “No tengo ninguna duda de que los mayores beneficiados somos nosotros. Ves la ilusión con las que vienen los chicos de La Panderola, de la Fundación Síndrome de Down, del equipo EDI del Villarreal o de la Residencia Virgen de Gracia y es súper reconfortante”.
Así pues, los jugadores de la Cantera Grogueta ven diferentes realidades estando cada año ligados a una asociación distinta. Por ejemplo, Rodri recuerda su experiencia el año pasado con: la Asociación de Alzhéimer: “A mí me impactó mucho. Es gente como nuestros abuelos, gente con un corazón enorme y estamos felices de poder ayudarles, aunque sea un ratito”.
“Nos acerca no solo a lo que es el club, sino a su entorno, que es lo que lo mantiene vivo y lo más importante”, matiza Mario Bárcena en una cita que resume el espíritu de este proyecto de responsabilidad social.