El futbolista alicantino ha superado dos graves lesiones de rodilla y ahora brilla de nuevo en el Villarreal C
Después de la tempestad llega la calma, y así ha quedado reflejado en la historia de Pedro Martínez, más conocido como Pedrito. El jugador, junto al resto de sus compañeros del Villarreal C, está viviendo un momento de dulce, mirando de reojo al resto de equipos del Grupo VI de Tercera División con el objetivo de clasificarse para el ‘play-off’ y mejorar su tercera plaza actual. “Los siete equipos estamos arriba, nadie afloja el ritmo, por lo que vamos a luchar con el doble de intensidad para ganar y sumar puntos en la clasificación, que es lo importante”, comenta Pedrito.
El canterano ha tenido que superar dos obstáculos muy complicados en su etapa como futbolista para poder disfrutar de lo que más le gusta: vestir la elástica amarilla y salir al campo dispuesto a darlo todo. Las lesiones, primero en la rodilla derecha y luego en la izquierda, apartaron al alicantino de los terrenos de juego, pero Pedrito ha vuelto más fuerte que nunca: “Ahora me encuentro en un momento muy bueno después de la lesión y espero dar lo mejor de mí durante la segunda vuelta. Lo pasado es pasado. Son dos momentos muy duros que no quiero recordar, pero con el apoyo de mis padres y de los compañeros todo ha ido a mejor”.
La historia del alicantino es de película. Llegó a la Cantera Grogueta hace 9 años, cuando tan solo tenía 12. Vivió en la Residencia, empapándose de los valores del club que le ha visto crecer. Quizás por ello tiene ese afán de luchar por su sueño de triunfar en el Estadio de la Cerámica. Se rompió el ligamento cruzado, el interno y el menisco externo de la rodilla derecha en un entrenamiento y en noviembre del 2016 sufrió una lesión parecida, pero esta vez en la rodilla izquierda (rotura de ligamento cruzado y el interno), también en una sesión preparatoria.
Pedrito es un ejemplo de superación para los jugadores de la #CanteraGrogueta, mostrándoles el camino a seguir tras una dura etapa, en la que el único objetivo es seguir adelante y luchar por el sueño forjado desde niño. “Aunque ellos crean que no ven la luz, siempre está al final del túnel. Lo único que pueden hacer es luchar y no parar de trabajar, porque al final todo acaba y es cuando empiezas a disfrutar de lo más bonito, el fútbol”. El jugador amarillo ha trabajado con intensidad para incorporarse a las órdenes de Carlos Pérez Salvachúa.
Casi una década después de su llegada al Villarreal CF, el alicantino se ha consagrado como uno de los jugadores más queridos dentro del club, por su humildad, por su esfuerzo y por su constancia diaria. Una historia de superación.