Mucho orgullo (3-1)
Mucho orgullo (3-1)

El Villarreal pone contra las cuerdas al OM y roza una heroica hazaña en La Cerámica

¡Qué orgullo de equipo! El Villarreal doblegaron al Olympique de Marsella en el Estadio de la Cerámica (3-1). Los groguets lo dieron todo por hacer posible lo que parecía imposible. Y hasta el último suspiro, mantuvo con vida el sueño de la remontada. Honor a este equipo y a la afición, que llevó en volandas a sus jugadores cuando las piernas ya pesaban.

El Villarreal buscó la hazaña. Los amarillos saltaron al césped del Estadio de la Cerámica con valentía y mucha mordiente en busca de un gol rápido que allanase el largo camino hacia la remontada.

Durante el calentamiento, Reina sintió unas molestias y no pudo ser de la partida pese a ser uno de los once elegidos por Marcelino. Entró Filip y el contratiempo no impidió que los groguets firmasen un excepcional arranque de partido, acumulando innumerables oportunidades en los primeros compases. Sorloth abrió la veda antes de los 10 minutos con un disparo que se marchó a saque de esquina. Y desde ese momento, se sucedieron las ocasiones groguetas: un disparo de Gonçalo Guedes desde la frontal, un tiro desviado de Gerard, un testarazo de Sorloth que se marchó por arriba…

El Submarino se volcó al ataque. La entrega era máxima, aunque se le resistía el premio del gol. Necesitaba tumbar la puerta y activar el detonante necesario para que la fe de los groguets se materializase. Y el tanto llegó. A la media hora Capoue hizo el primero. El centrocampista francés se internó en el área y cabeceó un centro desde la derecha colgado a las mil maravillas por Kiko Femenía. 1-0 en el marcador y rugía La Cerámica.

En el tramo final de la primera parte, el Villarreal siguió presionando arriba, siendo atrevido y buscando ampliar la renta. La tuvo Capoue con el tiempo cumplido. Nuevamente de cabeza como en la acción del gol. Pero esta vez el esférico se marchó por encima de los tres palos defendidos por Pau López, portero del Marsella.

La segunda mitad arrancó con una ocasión muy clara del OM. Al contragolpe, el equipo francés tuvo el tanto del empate. Aubameyang la lanzó fuera en un mano a mano contra un atento Filip Jorgensen.

Eso no desanimó al Submarino, que dio una lección de entrega y de fe. En el 55’ y tras casi tres minutos de suspense por el VAR, Sorloth marcó el 2-0 con un derechazo seco al primer palo tras una fantástica asistencia de Guedes.

En el 66’, Baena ingresó al campo para darle más ritmo a un Villarreal de por sí ya entregado al ataque y con la necesidad de encontrar dos goles más para forzar la prórroga. Era difícil, pero no imposible.

En el 73’, Gerard remató a bocajarro con la cabeza un saque de esquina botado por Baena. Pau hizo un paradón e impidió el 3-0. En la misma acción, Guedes envió a las nubes el rechace. La Cerámica enloquecía.

El crono corría y al Submarino se le acababa el tiempo. Pero, en el 85’, Mosquera hizo el 3-0 en una acción a balón parado botada por Álex Baena con maestría.

Al final, en el tiempo de prolongación, el Marsella marcó el 3-1. Con el Submarino buscando el cuarto, el conjunto visitante aprovechó una acción al contragolpe para cerrar una eliminatoria que el Submarino no dio por perdida en ningún momento.

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