El Villarreal C realiza convivencias periódicas con las personas del Centro de Rehabilitación e Inserción Social de la Plana Baixa
Decenas de personas acuden todos los días a CRIS La Vall, el centro de rehabilitación e inserción social ubicado en el barrio Toledo de la Vall d’Uixó. Un lugar aparentemente tranquilo, con aspecto de centro educativo tanto por fuera como por dentro.
Repleto de aulas y salas polifuncionales, este centro es mucho más que unas completas instalaciones. Es un refugio. Un pilar fundamental para muchas personas, que no conciben su vida sin los talleres, la asistencia, los educadores sociales y, por supuesto los compañeros de CRIS La Vall.
Al entrar a las instalaciones, todos te reciben con una sonrisa, esperando con ilusión iniciar las actividades programadas para ese día. La primera impresión es cálida y amable, gracias a sus usuarios y trabajadores.
Como muchos de sus compañeros de aventuras, Vicente lleva varios meses acudiendo todas las semanas y solo tiene palabras de agradecimiento a todas las personas que, de una forma u otra, hacen realidad este proyecto de rehabilitación e inserción social para personas con trastornos psicóticos o de personalidad.
“Aquí hay muy buena gente y nos llevamos todos muy bien. Hemos hecho algunas amistades y quedamos a tomar algo fuera del centro. La verdad es que estoy muy agradecido porque antes de entrar aquí la vida era cero y ahora es un nueve”, confiesa el propio Vicente, que describe con pasión todas las actividades que llevan a cabo en CRIS La Vall. “Hacemos pádel, senderismo, natación, cocina, lectura y talleres de psicología. Es un lujo porque nos mantiene ocupados y además aprendemos”, explica.
Cristóbal es un buen amigo de Vicente, al que conoció en el centro, y una de las personas más extrovertidas de CRIS La Vall. Conversa con todos, escucha a conciencia y ofrece su punto de vista. Una persona excepcional, que rápidamente ha conectado con los jugadores del Villarreal C, compañeros de viaje del centro valldeuxense esta temporada en Endavant Igualtat. “Es un chico espectacular, al que ya conocemos bien. Le gusta el fútbol y el deporte. Siempre nos pregunta cómo nos va. Al igual que el resto de personas de CRIS La Vall, te transmite mucha felicidad”, cuenta Joan Ruiz, capitán del equipo groguet.
Los chicos del Villarreal C ya han completado varios encuentros con el centro valldeuxense. “Hemos hecho ping-pong, manualidades y psicología deportiva. Ya hemos venido varias veces y ellos también han acudido al Mini Estadi a animarnos, que es algo que nos hace mucha ilusión”, explica el centrocampista burrianense, que coincide con Cristóbal en que es una experiencia “muy bonita para todos”.
Más de dos décadas de servicio de CRIS La Vall
El CRIS La Vall dio sus primeros pasos en 2002 con un sencillo programa que comenzó con tan solo tres trabajadores. Posteriormente, se construyó el centro actual, que permitió darle otra dimensión al proyecto, brindándole cobertura a 60 personas no solo de La Vall, sino de toda la provincia de Castellón.
“Viene gente que, en su mayoría, tiene trastorno psicótico y esquizofrenia. También tenemos personas con trastorno límite de personalidad. Es gente que pasa desapercibida, pero que tienen dificultades internamente y nosotros les ayudamos con eso”, explica Juan Parra, educador social de CRIS La Vall.
Algunos de ellos viven en pisos tutelados y acuden varias veces a la semana al centro de rehabilitación e integración social para participar en actividades ocupacionales. “Hacen manualidades, deportes variados y otras actividades de integración social. Toda la rehabilitación que se hace aquí buscamos que la apliquen en su día a día fuera del centro. La idea es que las personas que han tenido dificultades en algún momento de su vida logren alcanzar la normalidad fuera del centro. Eso es lo que verdaderamente le da sentido al trabajo que hacemos”, concluye Parra.