El Villarreal pierde contra el líder en un duelo en el que la fortuna le da la espalda y le anulan tres tantos
El Villarreal hizo todo lo que tenía que hacer para cosechar un buen resultado ante el FC Barcelona. Pero no era el día. Tres goles anulados por fuera de juego y dos tantos de rebote de los visitantes decantaron la contienda en un partido tremendamente disputado y con oportunidades. Una oda al espectáculo futbolístico que acabó castigando injustamente al Submarino, que le plantó cara al líder y, aunque mereció muchísimo más, acabó cayendo por un estrepitoso 1-5.
Para medirse ante el Barça, Marcelino dio entrada a Nicolas Pepe, Yeremy Pino y Eric Bailly en el once del Submarino. Tres cambios con respecto al que logró el triunfo en Mallorca (1-2).
Los groguets entraron muy metidos al encuentro. En el minuto 8, el Villarreal marcó un tanto que no subiría al marcador por fuera de juego. En posición antirreglamentaria, Yeremy recibía un pase al espacio de Álex Baena. Haciendo gala de su clase, el canario controlaba exquisitamente y con una vaselina batía a Ter Stegen.
Solo cinco minutos después, volvía a la carga el Villarreal. Esta vez con una fantástica carrera de Nicolas Pepe, al que no podían parar los zagueros culés. El delantero costa-marfileño se internó en el área y probó los reflejos de Ter Stegen, que sacó una manopla providencial para salvar a su equipo. El rechace le cayó a Baena, que, algo forzado, no logró encontrar portería con su centro-chut.
Para frenar el buen inicio del equipo de Marcelino, los azulgranas se encomendaban a la calidad de Lamine Yamal. El delantero hispano-marroquí se sacaba de la chistera un lanzamiento al poste. Desde el vértice del área y casi en estático. Impresionante. El rechace le cayó a Raphinha y su disparo lo detuvo Logan Costa yendo expeditivo al suelo.
Antes del minuto 20, Lewandowski adelantaba al Barça en La Cerámica. Con un solo toque, el polaco envió al fondo de la red un pase al espacio de Pablo Torre desde la frontal del área. Nada pudo hacer Diego Conde.
Con ventaja en el luminoso, el Barça se acomodó en el terreno de juego y empezó a acumular largas posesiones en campo rival de forma consecutiva. Lamine Yamal canalizaba el peligro del conjunto de Hansi Flick. Mientras tanto, el cuadro de Marcelino buscaba atacar los espacios con celeridad y precisión, tratando de sorprender a la espalda de los zagueros culés.
En una de esas intentonas de los amarillos, Ayoze tuvo el gol del empate. Yeremy atacó el espacio, Ter Stegen salió el cruce y el balón quedó dividido en la frontal. El tinerfeño la cazó e intentó picarla por arriba, pero el cuero se marchó alto.
No le acababan de salir las cosas al Submarino, mientras que la suerte sí que sonreía a su rival. El FC Barcelona encontraba el 0-2 en un centro de Lamine Yamal, que recogía Eric en el segundo palo y detenía Diego Conde. Con tan mala fortuna que el rechace le caía a Robert Lewandowski y hacía el segundo.
El partido se ponía cuesta arriba para los intereses del Villarreal. Pero aún quedaba mucho partido. Baena lo sabía y filtró un pase fantástico en dirección a Pepe. El ‘19’ corrió, imparable, al espacio, y cedió para que Ayoze marcase el 1-2. Los groguets recortaban distancias antes del descanso en un partido con mucho ritmo y ocasiones.
Nuevamente antes del intermedio, Pepe tuvo un mano a mano clarísimo ante Ter Stegen, que le ganó la partida con una parada que impidió el empate. Acto seguido, en el saque de esquina, el propio cancerbero del FC Barcelona sufrió una caída aparatosa y se vio obligado a ser sustituido.
En la primera mitad, el FC Barcelona acabó pidiendo la hora. Con el tiempo añadido ya cumplido, Ayoze tuvo nuevamente en sus botas el tanto de la igualada. No conectó con acierto un excepcional centro al área de Sergi Cardona. 1-2 al descanso. Aunque los amarillos, con un final de primer acto repleto de ocasiones, merecían mucho más.
La segunda parte comenzó con mucha polémica y con el Villarreal volviendo a la carga. Pepe marcó el segundo para los amarillos, pero el equipo arbitral lo anuló por un fuera de juego milimétrico, inapreciable en directo. La decisión de los colegiados encendió a la grada. En medio del merecido enfado del graderío de La Cerámica, Yeremy le dio al poste con remate de cabeza.
El partido enloquecía. El orden daba paso a las transiciones, los espacios y el desgobierno. En una de esas acometidas, el Barça hizo el tercero. Con un disparo de Pablo Torre desde la frontal, que con tan mala fortuna desvió Bailly su trayectoria, los visitantes hacían el 1-3.
Ese tanto fue especialmente doloroso para las filas del Submarino, que habían rozado el empate y, sin duda, lo merecían por lo exhibido en el terreno de juego. Más duro iba a ser, que poco después, el VAR interviniese para señalar penalti de Bailly sobre Lamine Yamal. Lewandowski tenía todo a favor para hacer el 1-4 y matar el partido. Pero envió el lanzamiento el poste.
No estaba todo dicho en La Cerámica. Pero definitivamente no era el día del Villarreal. Por tercera vez en el encuentro, el colegiado invalidaba un gol del Submarino. Esta vez de Barry, con un testarazo, por un fuera de juego en el que nuevamente había que tirar las líneas para apreciarlo. Qué mala fortuna.
En el 75’, y como en el tercer tanto, Raphinha hizo el 1-4 con un disparo que rebotó en un zaguero groguet y desvió la trayectoria. Sentenció a poco del final nuevamente el atacante brasileño del Barcelona con un remate de primeras a pase de Yamal en un contrataque.