

El Submarino firmó una espectacular temporada en el año de la vuelta a Primera
Del infierno al cielo. De un año complicado en Segunda División a volver a la máxima categoría por todo lo alto, consiguiendo la sexta posición (59 puntos) y la clasificación a Europa League. Tras el ascenso, el objetivo del Submarino era asentarse en Primera División, pero los pupilos de Marcelino García Toral maravillaron desde el inicio de la Liga y consiguieron terminar en posiciones europeas el año del retorno, hito que solo han conseguido ocho equipos en la historia del fútbol español.
Un inicio de Liga excelente. El Villarreal empezó la temporada con victoria y hasta la jornada 7 se mantuvo invicto, partidos en los que sumó cuatro victorias y dos empates, lo que permitió al equipo mantenerse en posiciones de Champions League hasta la jornada 14. Así, el club de La Plana cerró la primer vuelta de la competición en quinta posición con 34 puntos, a tan solo dos del Athletic Club (cuarto).
Todo ello, jugando un fútbol vistoso, alegre y con mucho ritmo y velocidad. El Submarino empezó a convertirse, así, en el equipo revelación, hecho que más tarde acabaría confirmándose. En la primera parte de temporada el equipo de La Plana firmó grandes actuaciones, como el empate a dos en la cuarta jornada de Liga contra el Real Madrid, la goleada en El Madrigal en el derbi contra el Valencia (4-1) o el 5-1 que los amarillos endosaron a la Real Sociedad.
La segunda vuelta empezó como la primera, con victoria ante el Almería. Pero, el equipo empezó a acusar el cansancio, fruto del ritmo e intensidad que mostraron en la parte final de la última temporada en la que se consiguió el ascenso y el inicio espectacular de la presente. El Submarino en el segundo periodo de la campaña no pudo enlazar varias victorias seguidas hasta las dos últimas jornadas. Aún así, el Villarreal se mantuvo siempre en las posiciones altas de la tabla y consiguió la clasificación europea a falta de dos jornadas para finalizar la Liga.
Así, el equipo llegó a la última jornada de Liga en séptima posición y jugándose la sexta plaza en Anoeta contra la Real Sociedad. El Submarino realizó un impecable encuentro –impresionante su despliegue táctico- y terminó la temporada con victoria y con el sexto puesto en el bolsillo. De este modo, cerraron con broche de oro un año excelente.
De esta forma, el Villarreal se convirtió en el equipo revelación de la Liga con la plantilla más joven de Primera División (25,3 años de media) y con varios jugadores debutantes en la categoría como Manu Trigueros, Pantic o Gabriel, entre otros.
Respecto a la actuación en Copa del Rey, el conjunto de Marcelino García Toral consiguió eliminar al Elche en dieciseisavos de final. Después de empatar en el Madrigal (2-2), el Submarino se sobrepuso a los ilicitanos en el Martínez Valero (0-1) y accedió a los octavos, eliminatoria en la que se enfrentaron a la Real Sociedad. El calendario quiso que amarillos y donostiarras disputaran tres partidos seguidos entre ambos y, aunque el Submarino consiguió la victoria en el partido de Liga, el Villarreal quedó eliminado de la Copa tras empatar en Anoeta y caer por la mínima –en una desafortunada jugada- en la vuelta de El Madrigal.
En el plano individual, Ikechukwu Uche, con 14 goles, se convirtió en el máximo anotador del equipo y logró superar su mejor marca anotador en Primera. El mediapunta mexicano Giovani dos Santos marcó 12 goles en el año de su debut en el Villarreal, una marca fantástica que también supone su mejor registro en un año.
El portero palentino, Sergio Asenjo, batió su récord de partidos jugados en una temporada en Primera, con 35 partidos. Y Musacchio, Gio, Pina, Pereira y el propio Asenjo cumplieron durante la temporada 100 partidos en la máxima categoría del fútbol español.