Una contundente goleada ante la UD Salamanca (5-0) significó la primera victoria del Villarreal en la máxima categoría
Tras la suspensión temporal de la competición liguera, desde el Villarreal CF nos hemos propuesto revivir de forma periódica los momentos, equipos y personajes más destacados de la historia del club. Este lunes recordamos la primera victoria del Submarino en la élite del fútbol español.
La ciudad de Vila-real vivía un sueño. En la temporada 1998-99, el Villarreal CF competía por primera vez en Primera División, midiéndose cada fin de semana a los mejores conjuntos de toda España. Tras un estreno a lo grande en el Santiago Bernabéu, donde a pesar de la derrota, llegó a ir por delante en el marcador gracias a un tempranero gol de Craioveanu, el Submarino sumaba un punto y era colista, habiendo disputado sus tres primeros partidos ante el Real Madrid (4-1), el RC Celta en El Madrigal (1-1) y frente el Valencia CF en Mestalla (1-0).
En la cuarta jornada, El Madrigal se preparaba para vivir su segundo partido de la máxima categoría del fútbol español ante la UD Salamanca, que llegaba a la cita con confianza, tras haber doblegado al RC Deportivo de La Coruña por 3-1 en El Helmántico. El 27 de septiembre de 1998, la afición amarilla abarrotó el feudo ‘groguet’ para medirse a los salmantinos. En las gradas de El Madrigal, se respiraba un ambiente excepcional, preludio de lo que iba a acontecer aquella tarde.
El Villarreal, comandado por Irulegui, formó con el siguiente once: Palop; Pascual, Imanol, Arregui, Saavedra; Díaz, Albelda, García Sanjuán, Robert; Craioveanu y Moisés. Por su parte, la UD Salamanca, dirigida por Russo, saltó al verde con la siguiente formación: Stelea; Leo Ramos, Lanna, Lupidio, Vellisca; Giovanella, Rogério, Marinescu, Edu Alonso; Silvanni y Cardetti.
El partido empezó con claro dominio local, que antes de alcanzar el minuto 20, se vería recompensado con un fabuloso gol de libre directo desde la frontal del área, obra de Gica Craioveanu. Con un genial y potente zurdazo al primer palo, el delantero rumano ponía por delante al Submarino.
Tras un primer tiempo que dejó ocasiones claras para ambos equipos, en el minuto 10 de la segunda parte, el Villarreal anotó el segundo gol del partido. Craioveanu recogió un balón largo de Palop, prolongado por un compañero, para internarse en el área y buscar el palo lejano con un sutil toque con el exterior de su bota izquierda.
Con dos destellos de calidad del jugador rumano, el Villarreal encarriló un partido que acabó siendo una fiesta. Solo cuatro minutos después del segundo tanto amarillo, Antonio Díaz ampliaría la renta en el marcador, al aprovechar una buena asistencia de Saavedra desde la frontal del área. El ‘20’ amarillo emuló a Gica, buscando nuevamente el segundo palo para poner el tercero de la tarde.
A 20 minutos para el final, el partido solo tenía un color. En poco más de seis minutos, Irulegui sustituyó a Albelda, Díaz y Craioveanu, dando entrada a Gerardo, Javi Prats y Alfaro. Este último se sumó al festín, redondeando la goleada con dos tantos en los últimos minutos del choque. Un magnífico gol de falta y una diana, cumplido ya el minuto 90, que transformó al cazar en el corazón del área un buen centro de Javi Prats.
La euforia se desató entre la afición amarilla cuando Medina Cantalejo, árbitro del partido, decretó el final del encuentro y señaló el camino de los vestuarios. El Submarino acababa de lograr su primer triunfo en Primera División (5-0), categoría en la que, 20 temporadas después, ya acumula 305 victorias, siendo el 20º club del fútbol español en alcanzar la cifra de 300 triunfos en la máxima categoría.
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