Maurits de Jong, el holandés enamorado del Villarreal CF
Maurits de Jong, el holandés enamorado del Villarreal CF
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El fan holandés confiesa que el Villarreal es “el amor de su vida”

Maurits de Jong es un fanático acérrimo del Villarreal CF. Ha sido fan del club desde 2004, cuando las mágicas actuaciones de Juan Román Riquelme vestido de amarillo le atrajeron al Submarino.

Vive en Maastricht (Holanda), pero el hecho de estar a casi 1.300 km de distancia no le impide seguir a los amarillos: “Mi novia tiene que compartir el título de ‘amor de mi vida’ con el Villarreal. Desde que visitamos el club por primera vez, estaba convencido de que era un amor verdadero. Me hice hincha por el mago argentino Riquelme. Era mi jugador favorito de la selección y gracias a él descubrí al Submarino, pero al final me he quedado mucho más tiempo que él”.

Maurits ha sido el presidente de la peña holandesa Los Piratas Amarillos durante más de diez años y dice que ser ‘groguet’ es una parte fundamental de su vida: “Apoyar al Villarreal desde 2004 y empezar con Los Piratas Amarillos en 2009 fueron algunas de las mejores decisiones que he tomado en mi vida. Las cosas que he hecho y los amigos que he hecho gracias al club probablemente no habrían ocurrido de otra manera. He visto semifinales, un ascenso, he celebrado victorias y he llorado tras el descenso. También lloré tras el ascenso para ser sincero. Lágrimas de alegría”.

Le gustaba tanto el club que vivió brevemente en España y fue a todos los partidos en casa durante la temporada 2015/16,  también es un visitante habitual de los partidos europeos, tanto en casa como fuera. Aunque ha disfrutado apoyando al equipo en la competición continental, dice que su mejor momento siguiendo a los amarillos fue el partido de ascenso contra el Almería en 2013 para volver a la máxima categoría: “Nos reunimos un grupo de nueve personas y reservamos los vuelos y el hotel unas semanas antes del partido. Fue un fin de semana para no olvidar. No sólo vimos el partido, la victoria y el ascenso, sino que pudimos participar en las celebraciones en el centro de la ciudad el día después. Fue inolvidable”.

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