El Villarreal doblegó al Valencia con cuatro goles en una inolvidable eliminatoria de Copa del Rey (2010/11)
Una tarde mágica en El Madrigal. La afición amarilla disfrutó el 6 de enero de 2011 de un Día de Reyes más que especial. El Villarreal CF recibía esa tarde al Valencia CF, su rival en los octavos de final de la Copa del Rey. En la ida, celebrada el 21 de diciembre, ‘ches’ y ‘groguets’ no pasaron del empate a cero en Mestalla, aplazando toda la emoción de la eliminatoria al partido de vuelta en el feudo amarillo.
Desde bien pronto, y aprovechando el día festivo, las gradas de El Madrigal se llenaron para disfrutar del derbi copero ante el Valencia CF. Tras el 0-0 cosechado en el encuentro de ida, el Submarino debía vencer a su rival para pasar de ronda.
Con ese propósito, el técnico amarillo, Juan Carlos Garrido, dispuso el siguiente once: Juan Carlos; Ángel, Gonzalo, Catalá, Capdevila, Cani, Bruno, Valero; Cazorla; Rossi y Marco Ruben.
Por su parte, el Valencia de Unai Emery saltó al campo con la siguiente formación: Guaita; Bruno Saltor, Ricardo Costa, Stankevicius, Dealbert, Mathieu; Maduro, Banega, Mata, Joaquín; y Soldado.
Recién iniciado el duelo, el centrocampista argentino Ever Banega disparó con dureza desde más de 25 metros y el balón acabó colándose en la portería amarilla, tras una primera intervención de Juan Carlos. El Valencia se ponía por delante y obligaba al Submarino a marcar dos tantos para darle la vuelta al partido. Un jarro de agua fría para los amarillos.
En el minuto 22, el conjunto che volvió a golpear. Roberto Soldado ‘pinchó’ el balón dentro del área, tras un pase largo de Maduro, y definió con mucha calidad ante el guardameta ‘groguet’. Antes de alcanzar el ecuador de la primera parte, el equipo de Emery anotaba el 0-2 y encarrilaba la eliminatoria.
Durante los minutos restantes del primer tiempo, el Submarino trató de reaccionar, pero, sorprendido por el fulgurante inicio valencianista, el conjunto amarillo no pudo reducir la renta en el electrónico.
Cumplidos los primeros 45 minutos, Delgado Ferreiro, árbitro del encuentro, señaló el camino de los vestuarios. Con 0-2 en el marcador, para muchos, la ventaja parecía insalvable. No en vano, el Villarreal necesitaba tres tantos en 45 minutos para darle la vuelta al partido.
Pese a la dificultad de remontar el partido, el equipo amarillo empezó la segunda parte muy enchufado, en busca de un gol rápido que sirviera para recortar distancias. La fe de los ‘groguets’ se vio recompensada con un tanto de Santi Cazorla a un solo minuto de la reanudación. El centrocampista asturiano envió a la red un balón servido por Rossi desde el perfil izquierdo.
El tanto amarillo despertó de su letargo a los seguidores ‘groguets’, que espolearon a los suyos para que fueran a por el gol del empate. El Villarreal no levantó el pie del acelerador y, solo dos minutos más tarde, Delgado Ferreira señalaba el punto de penalti por un derribo en el área a Marco Ruben. Desde los once metros, un infable Giuseppe Rossi engañaba a Guaita y equilibraba la contienda.
La remontada era posible y los aficionados del Villarreal empezaron a corear el “Sí, se puede” en el antiguo El Madrigal. Mientras tanto sobre el césped, los futbolistas amarillos dominaban el partido por completo, sin dar opción a su rival.
En el minuto 63, y tras un periodo de control ‘groguet’, una triangulación entre, Cazorla y Cani rompía la defensa del Valencia. El centrocampista aragonés se plantaba en el área y cedía a Marco Ruben para que marcase a placer el 3-2. La locura se apoderó de El Madrigal, aunque todavía quedaba media hora por delante.
En los minutos finales, el Villarreal cuidó la posesión y se encomendó al contragolpe para sentenciar la eliminatoria. Por su parte, el Valencia adelantó líneas, con el propósito de firmar un 3-3 que nunca llegó.
En el tiempo añadido, Giuseppe Rossi recibió un balón al espacio en la frontal del área y encaró a Guaita. Tras una acción interminable en la que el futbolista italiano dribló al meta visitante y los defensas ches tomaron posiciones en línea de gol, ‘Il Bambino’ ajustó a la perfección el balón al primer palo, anotando el cuarto tanto amarillo y haciendo realidad una remontada mágica e inolvidable.
En la temporada 2010/11, el Submarino, además de alcanzar los cuartos de final de la Copa del Rey, logró la cuarta plaza en LaLiga y llegó a las semifinales de la UEFA Europa League.
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