
El conjunto de la Cantera Grogueta afronta su segundo año de formación futbolística y personal
El Mini E del Villarreal, que compite en la Liga Clasificatoria 6 de Castellón, se enfrenta esta temporada a su segundo año de competición, mientras sus futbolistas aprenden los entresijos de la metodología de la Cantera Grogueta y continúan su formación en valores. Así explica uno de sus técnicos, Carlos Fandos, cómo gestionan el aprendizaje de los niños en esta primera etapa del fútbol base: “Creemos que lo más importante, al principio, es conocer el club al que pertenecen y saber lo que representa, además de los valores, ya que a estas edades es mucho más importante enseñarles como personas que como futbolistas”.
Así pues, los más pequeños del fútbol base groguet se forman de la mano del Villarreal en valores como “compañerismo, humildad, respeto educación, constancia y sentimiento de club”, tal y como apunta el entrenador burrianense, que añade que “buscamos el desarrollo del ámbito personal de los niños, ya que en estas edades son mucho más importantes los estudios y las relaciones personales. Al final, queremos enseñar valores en el ámbito deportivo que ellos también puedan utilizar en su día a día”. Las dinámicas de vestuario con juegos, vídeos y otras actividades son parte de ese crecimiento de los pupilos del Mini E, al igual que de muchos otros conjuntos amarillos.
Sin embargo, evidentemente, la mayor parte del proceso de enseñanza-aprendizaje tiene lugar en los terrenos de juego de Miralcamp con las tareas que diseña el cuerpo técnico. “Lo que requiere nuestra metodología son tareas globalizadas con atención individualizada para atender de forma particular a cada uno de nuestros jugadores, ya que cada jugador necesita un tipo de atención y objetivos diferentes. También queremos que nuestros jugadores se desenvuelvan bien en diferentes posiciones, que sepan ubicarse bien dentro de un espacio y conseguir una buena base motriz”, explica Fandos sobre los conceptos que se trabajan en el Mini E.
El preparador conoce la responsabilidad que recae en todos los técnicos del fútbol base, que pueden convertirse en verdaderos referentes para sus jugadores: “La figura más importante es la de los padres, aunque es verdad que, debido a su interés por el futbol, podemos llegar a ser muy importantes para ellos, ya que formamos parte de su día a día y para ellos podemos llegar a ser un ejemplo a seguir”. Y es que, a través del fútbol, la atención y la disciplina de muchos niños evoluciona. Como formador, Fandos explica que el aprendizaje y el espíritu competitivo son objetivos mucho mayores que los resultados de las distintas competiciones: “Le damos importancia por lo competitivos que podemos llegar a ser, aunque dentro del vestuario los niños no se sientan presionados a tener que ganar todos los partidos. Lo que queremos es que los niños disfruten lo máximo posible y que se esfuercen al máximo”.
No obstante, el técnico recalca que el principal enfoque sigue siendo el crecimiento personal: “Nuestro objetivo, desde el primer día, fue que los jugadores intenten comprender los valores del club y que mejoren en lo individual y colectivo como equipo”.