El canterano del Villarreal combina el fútbol de División de Honor con su pasión por la escritura
Un muro en el terreno de juego y un amante de la escritura en su tiempo libre. Una mente brillante dentro y fuera del verde. Así es Dani Gamboa (Barcelona, 16/01/2005), futbolista del Villarreal CF en la etapa Juvenil que compite en División de Honor. El jugador catalán escribe asiduamente textos sobre su visión del mundo haciendo gala de su fina prosa como lo hace de su potencia física en los encuentros. Actualmente, vive en la residencia de la Ciudad Deportiva José Manuel Llaneza, donde combina el fútbol con sus estudios de Bachillerato y su pasión por la escritura.
“Mis padres son de letras puras. Mi madre, por ejemplo, trabaja en la editorial Planeta. Les encanta leer y me han inculcado el hábito de la lectura desde siempre. La pasión por la escritura me viene desde los 15 años aproximadamente. Empecé a escribir mis cosillas, como algún tema de actualidad que me pueda interesar, como la política, para saber qué está pasando en el mundo”, explica Gamboa sobre sus inicios en este apasionante mundo.
No obstante, el apoyo de una de sus docentes fue clave para seguir alimentando esta afición, ya convertida en una de sus pasiones, junto al balompié: “Además, una profesora de Lengua y Literatura del IES Miralcamp me dijo que era bastante bueno en esto y que tenía que potenciarlo. Mandamos algunos artículos a medios de comunicación y me publicaron uno en una revista. Los tutores de la residencia también se sorprenden cuando les pido imprimir algún texto para clase y lo leen”, argumenta el rocoso central.
Y es que el futbolista groguet escribe sobre todo tipo de asuntos de actualidad: “En clase hacemos artículos de opinión sobre temas como la polarización de la política o el lenguaje inclusivo. Me gustan los temas que puedan crear un poco de controversia y contar mi punto de vista”.
Un hombre de Letras
A poco menos de un año para acceder a la universidad, el canterano groguet aún no tiene claro hacia dónde va a orientar su futuro académico, ya que encuentra motivación en varias carreras de Letras: “Hay muchas cosas que me gustan. El Periodismo es una de las cosas que tengo ahí, pero también Ciencias Económicas o el mundo de la Educación porque siempre acudo como monitor a los campamentos de verano que organiza mi colegio de toda la vida. Lo hago de manera altruista porque me gusta. También me gustaría poder ayudar a niños con necesidades especiales, así que el Trabajo Social es otra posible salida”.
Además, casos como el de Dani Gamboa valen para desmentir el tópico del futbolista sin estudios y sin interés por otras facetas. “Siempre ha habido el cliché del futbolista tonto que solo sabe correr detrás de un balón. Yo a esta gente le diría que sí, corremos detrás de un balón, pero con un sentido. Gracias a las redes sociales los futbolistas pueden mostrarse tal y como son y muchos publican sus fotos con la familia, dando formaciones, etc. La gente está cambiando un poco esa opinión”, opina al respecto.
Arropado en Miralcamp
Dani Gamboa pasó por reconocidos equipos del fútbol catalán hasta llegar al Barça, club del que terminó fichando por la Cantera Grogueta. “Empecé en el equipo de mi barrio, el CE Europa, desde los 4 a los 12 años. De ahí pase al CF Damm y luego al Barcelona. No fue mi mejor etapa y la temporada pasada fiché por el Villarreal. Quería salir y probar cosas nuevas. Lo tenía hablado con mi familia y mi representante y, cuando me dijeron que existía la posibilidad de venir, no me lo pensé porque tiene fama de ser una cantera en la que te cuidan y, en la que, si todo va bien, hay oportunidades”, detalla Gamboa.
A pesar del cambio de vida y de ciudad, el joven Daniel mostró una adaptación increíble al llegar a su nueva casa: “Yo siempre había estado en mi casa y en la residencia te juntas con un montón de chavales de comunidades autónomas distintas con culturas y maneras de ser muy diferentes, pero el periodo de adaptación duró la primera noche. Somos una familia”.
Ahora, Dani Gamboa compite al máximo nivel en División de Honor y sueña con poder seguir dando pasos en el fútbol base amarillo como han hecho en los últimos años muchos de sus homólogos que han llegado a debutar con el primer equipo. Eso sí, sin descuidar sus estudios.