El anciano de la residencia Virgen de Gracia recuperó la ilusión con las visitas del Juvenil B amarillo
Batiste es un gran aficionado del Villarreal que vive en la residencia Virgen de Gracia. A raíz de la pandemia, Batiste empezó a tener miedo a salir del centro, por lo que se perdía las actividades que la residencia realiza en el exterior, entre las que se encuentran las enmarcadas en el proyecto Endavant del Villarreal CF.
Durante la temporada, los canteranos del Juvenil B han visitado la residencia, donde han realizado actividades junto a él y a los demás ancianos. Gracias a las visitas de los jóvenes jugadores groguets, Batiste fue recuperando la ilusión y la confianza. Al principio se seguía perdiendo las actividades en el exterior a pesar de tener muchas ganas de ir, ya que el miedo era más grande que la ilusión.
No obstante, con terapia psicológica y el incentivo de estar con los jugadores, poco a poco fue cogiendo confianza, hasta que los jugadores le prometieron que si se atrevía a realizar una salida por los alrededores de la residencia le regalarían un abrigo del club. Tal fue la ilusión que decidió apuntarse a la excursión con el equipo hasta la plaza José Soriano, donde disfrutó tanto que desde entonces no se ha perdido ni una salida.
El jugador de la Cantera Grogueta David Pastor explica las actividades que han ido realizando con el centro durante todo el año: “Hemos jugado al parchís, también juegos de adivinar canciones o películas, también dibujamos con ellos, y ya cuando pudimos salir de la residencia ellos nos enseñaron a jugar a petanca”. Después de compartir tantos momentos juntos, ir a ver un partido del Juvenil B era algo muy especial para Batiste, además de una bonita manera de concluir con todo este proceso.
Por ello, los ancianos de la residencia Virgen de Gracia acompañaron al Juvenil B en su partido liguero ante el Atlético Benidorm. Los canteranos los recibieron otorgándoles bufandas y banderas para que animaran durante el partido. Fue una unión muy bonita donde todos se mostraron muy felices por poder compartir estos momentos juntos.
Batiste volvió a la que fue su casa, ya que de joven trabajaba manteniendo el campo de futbol. Durante el partido disfrutó y celebró muchísimo los goles del Submarino, una experiencia que nunca olvidará. Tampoco lo harán los canteranos del equipo amarillo, para los que también fue un día muy especial.
Otro de los juveniles groguets, Samuel Rozas, valora esta iniciativa: “Se siente muy bien. Aquí no estamos solo para formarnos como futbolistas, sino también para hacerlo como personas. Hacer estas cosas es bueno para ellos y también para nosotros. Ellos en la residencia no reciben muchas visitas y se les hace un poco más amena la rutina. Nuestras actividades les ayudan a pasarlo mejor”. Además, subraya que la experiencia también era muy positiva para el resto del equipo: “por otra parte a nosotros nos ayuda a establecer relaciones con distintas personas y no solo con la gente que tenemos aquí en el club”.
Más tarde, Batiste también acudió a la fiesta final de Endavant Igualtat con todos los equipos de la Cantera Grogueta y las asociaciones involucradas en el proyecto. Así pues, este entrañable anciano superó sus miedos con la ayuda del fútbol y los juveniles groguets, además de sus amigos de la residencia Virgen de Gracia de Vila-real, le acompañaron en este proceso.